«Materia, energía y entidad», de la serie El color que cayó del cielo (Arkham-ESMA), fotografía, Marco Bufano, 2015.

Desde los años inmediatos a la recuperación democrática, la ESMA ha sido uno de los sitios de memoria vinculados al pasado reciente más intensamente discutidos. Las polémicas y los debates en torno a qué hacer con ese espacio, cómo narrar su historia, cómo intervenirlo, ocuparon páginas de ensayos y publicaciones periódicas. A lo largo de estos 35 años, la ESMA fue tema y razón de encuentros y jornadas, de conferencias públicas y seminarios nacionales e internacionales centrados en debatir los dilemas y  desafíos que presentaba su preservación como evidencia material del terrorismo de Estado y soporte de una memoria ejemplar abierta a la discusión sobre un pasado conflictivo.

Nunca hubo acuerdos plenos y las visiones en contrapunto enunciadas ya sea por sobrevivientes, familiares, académicos y organizaciones de Derechos Humanos constituye, mirado en perspectiva, un valioso contrapunto de ideas en el que es posible advertir, más que la mera preocupación por la conservación patrimonial del sitio, los diferentes posicionamientos de los protagonistas de ese acalorado debate respecto a los sentidos del pasado a evocar.

En noviembre pasado e invitados por su actual directora, cinco integrantes de la Mesa de Discusión sobre Derechos Humanos, Democracia y Sociedad visitamos el sitio, lugar donde fuimos recibidos y guiados por los diferentes espacios hoy interpretados e intervenidos por un equipo curatorial. Los textos que presentamos a continuación son resultado de esa visita y se proponen contribuir a un debate que, lejos de estar clausurado,  consideramos que debe seguir abierto a la deliberación pública.

En una próxima entrega la reflexión en torno de la ESMA será ampliada a partir de la comparación con otras experiencias de sitios de memoria.