Sr. Presidente de la República
D. Alberto Fernández

Nos dirigimos a usted con el objeto de solicitarle que tenga a bien conceder la nacionalidad argentina a las 317 personas que fueron arrojadas a la condición de apátridas por el régimen de Daniel Ortega. La decisión del gobierno nicaragüense no solo es arbitraria sino violatoria de las principales declaraciones y convenciones internacionales sobre Derechos Humanos de las que nuestro país es signatario, y para las cuales la nacionalidad es un derecho propio e inalienable del individuo. Así, la Declaración Universal de 1948 sostiene en su Art. 15 que “toda persona tiene derecho a una nacionalidad”, agregando que “a nadie se privará arbitrariamente” de la misma. El mismo reconocimiento está contemplado en la Convención Americana de 1969 (Pacto de San José de Costa Rica, Art. 20), que añade que “toda persona tiene derecho a la nacionalidad del Estado en cuyo territorio nació si no tiene derecho a otra”.

Honrar la tradición argentina de los derechos humanos, una tradición que es el suelo común de nuestra democracia y que se expresa en la inclusión de la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre y la Declaración Universal de Derechos Humanos en nuestra Constitución, honrar esa tradición, señor Presidente, nos obliga a incluir en nuestra comunidad política a quienes han sido brutalmente privados de su nacionalidad. Entre esas personas se cuentan figuras relevantes de la vida pública nicaragüense, algunas de las cuales han sido destacados combatientes contra la dictadura de Somoza.

Esperando, Sr. Presidente, que tome en consideración nuestra solicitud, que exige una respuesta urgente y que pondría una vez más a nuestro país en la vanguardia del cuidado de los derechos humanos, lo saludamos cordialmente,

 

Graciela Fernández Meijide, Claudia Hilb, Hilda Sabato, Patricia Tappatá Valdez,  Alejandro Katz, Sergio Bufano, Lucas Martín, Hugo Vezzetti, Rubén Chababo

Integrantes de La Mesa de discusión sobre Derechos humanos, democracia y sociedad